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A partir de ahora Tierra en:
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Las naciones, no tan unidas como vejadas -es decir, la ONU- han comenzado, esta vez, por el principio. La celebración del 2010 como año internacional de la Biodiversidad asà lo demuestra. Y comienzo, yo también por ese otro punto de partida que consiste en remontarse a lo inicial, a los propósitos de la procedencia. Aunque el cambio climático ha supuesto un cierto salir de la narcisista contemplación de ese ombligo de nuestra cultura que es ella misma, queda mucho para que entre, en la cotidiana valoración de las mayorÃas, sobre todo las polÃticas, que somos por lo que no somos, que lo demás es el gran soporte de lo nuestro. Leer...
En las mañanas de domingo no solemos tener más compañÃa, en esas calles a horas tempranas, que las hojas caÃdas desde los árboles: es una de las pocas realidades que comparten los medios rurales y los urbanos. Incluso llega a ser posible que lo mismo nos suceda en plena ausencia de las imposiciones del humano sobre el paisaje. Apenas quedan pero la palabra bosque recuerda cual fue el mejor hogar de las hojas. Leer...
Miguel Delibes nos legó la lúcida y esclarecedora palabra "amueblado" para describir los campos no condenados a la estúpida lÃnea recta. Cuando se tiene algo de amor al paisaje se comprende que las redondeces, los obstáculos para la visión, los volúmenes denotan salud y oportunidades para los seres vivos, nosotros, como siempre, incluidos. Leer...
Desconsuela que las lógicas molestias que ocasiona una nevada arrinconen al reconocimiento de la esencial ayuda que el frÃo nos presta. La demasiada obsesión porque todo sea cada dÃa más fácil lo hace todo más difÃcil. Seguimos sin salir de la paradoja de que, siendo de bienes todo año con nieves, corran avalanchas de pésima información cuando asà ocurre. Al evento se suma con descomunal presencia el lamento y hasta la manifiesta hostilidad entre las administraciones. Leer...
Convierten la auto exculpación en norma. Sobre todo cuando demasiados polÃticos son reclamados a cumplir lo que ya sabemos que ha eludido con manifiesta desvergüenza. Esa que, en nuestro dominios más cercanos, es elevada a la quinta potencia por la obstinada indecencia de no dimitir cuando no se cumple lo prometido. Leer...
En el esencial ciclo del carbono, que hemos dinamitado, destaca el silencioso papel de la vegetación. Todas las plantas, y todavÃa más los árboles, están desempeñando un papel muy parecido al del último reducto. Pero con el aliviante suplemento de que resulta formidable el número de servicios que nos prestan, la cuantÃa con que lo hacen y la rotunda gratuidad que obsequian. Leer...
Allà donde ellos ven recursos, nosotros vemos obras de arte. Leer...
Una de las más dolorosas contradicciones emana de comprobar que las prácticas más usadas para conseguir alimentos y fibras se saldan con un descomunal disparate. El de que su contribución al calentamiento global supera incluso a la del sector transportes. Nos referimos al desastre de que hasta el 31% de los gases de efecto invernadero se deban a los ya casi obsoletos usos de la agricultura y ganaderÃa industrializadas. Leer...
Primero nos vapulean con una incongruencia desesperante. Los dos grandes marranos del planeta, EEUU y China, nos desestiman a todos los demás con el anuncio de su desvinculación del, ineludible pero eludido, compromiso que de Copenhague debe permitir al menos un suspiro de alivio. Pero no. Ni cuotas concretas, ni porcentajes coherentes y, por supuesto, nada parecido a la necesaria sensatez. Asà hasta ayer. Leer...
Noviembre está olvidando sus obligaciones con el frÃo y la lluvia. ¡Qué tragedia ésta de que ni los meses cumplan sus promesas! Leer...
Celebramos la primavera. Casi con la cortesÃa y admiración que se merece. No en vano es venero de tiempos nuevos y renovaciones acreditadas. Pero como eclosión que será, el tiempo de las primicias procede de un estado anterior. El que ahora mismo está poniendo la Naturaleza - siempre ave clueca - sobre nuestros paisajes. El otoño es, todo él, huevo. Un proceso que además se alimenta de un ingente desvanecimiento. Abatidas las frondas; escondida la mayor parte de la luz; cerrándose los párpados del cielo, se acaba el ciclo con una ráfaga de municiones para la vida. Porque están lloviendo chaparrones de luz, esa atrapada en las hojas marchitas. También caen al suelo miles de millones de semillas, de bellotas, hayucos, arcéstidas, bayas El despuntar de nuestras cosechas de "pan llevar" es sincrónico a la todavÃa más vasta sementera que realizan el bosque y la pradera, el matorral y los marjales. Leer...
No tenemos más remedio que relacionarlos con la estética. Al menos asà acertó Aristóteles: "el arte debe ser como un animal". Leer...